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Horror, violaciones y corrupción: sistema de vida en la Cárcel de Tocuyito

Horror, violaciones y corrupción: sistema de vida en la Cárcel de Tocuyito.

29/04/2012


Al Megáfono Kelvi Zambrano
El pasado sábado 28 de abril Transparencia Venezuela se trasladó a las puertas de la Cárcel de Tocuyito en el Estado Carabobo, para conversar con los familiares que entraban a la visita y recibir denuncias de corrupción, asistidos por el Capítulo de ProAcceso en Carabobo; la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados, el Movimiento por la Calidad del Agua, y la ONG Una Ventana a la Libertad.

Esta actividad, desgarradora por la constatación del horror, permitió recibir 21 denuncias concretas y miles de relatos donde el protagonista es el abuso, el maltrato, la vejación, y un mundo de soborno a voz populi donde todo tiene precio. La Guardia Nacional, los directores, los fiscales, los jueces, los defensores, los presos y sus familias, conviven en un sistema de incentivos perversos que alimentan y los alimenta. Pero que también los está matando.

Éramos quince personas que llegamos en defensa de los derechos de las víctimas y testigos de corrupción, entregando volantes, tarjetas que recordaban los Derechos Humanos, planillas para recibir las denuncias que entregamos de mano en mano a cada persona adulta de la fila.

Un día Normal Interminable cola, en tres tiempos, de mujeres cargadas de bolsos y de hijos, muchos bebitos de meses, muchos menores de tres años arrastrados por sus madres molestas con la vida, con el sol que quema, con la tierra en los pies, con olores irrespetuosos. La fila comienza afuera en la reja de la carretera, donde las mujeres son marcadas con sello y número consecutivo por orden de llegada. A las 12:30 pm, al final de la cola van por el número 1291. “Que va, yo voy a ver cómo me coleo o le doy 30 bolos al guardia”.

La segunda parte de la cola es dentro de la manga. Si, como lo toros coleados, unos tubos marcan la fila del área que ya tiene techo y asientos. Allí ya no pudimos pasar. Nastassja, coordinadora del Comité de DDHH del Colegia de Abogados de Carabobo, nos cuentan que desde la toma de octubre de 2011 se restringió el paso. La tercera parte de la cola es la revisión de los visitantes y sus pertrechos, el cacheo. ¿Qué pasa ahí?. “Cuando está fuerte meten las manos hasta en la comida”.

Entre cola y cola, hay guardias nacionales y también presos en ‘destacamento de trabajo’ –uniformados de rojo- que salen y entran con desparpajo: “ayudan con la cola” nos dicen. Estos jóvenes, venden “nesti” en la cola, besan mujeres, saludan señoras y de vez en cuando marcan con tirro alguna bolsa después que la dueña le entrega unos billetes sin mucho reparo. Todos andas con bolsitos o koala.

Una señora llega preguntando qué hacemos nosotros allí. “Queremos ratificar que ustedes no tienen que pagar a los Guardias por ninguna razón, que ustedes tienen derecho a un trajo decente, a justicia oportuna”. La señora suelta una carcajada que la dobla sobre mi brazo, “pero amiga, yo voy a pagar hoy, porque traigo un televisor pa’ mi marido”. Con la misma se voltea, arrugando la cara, señala a uno de los guardias y dice “¡Ese negrito es maluco!”. ¿Qué historia de esconde detrás de esa exclamación?.

El horror no es normalTocuyito es el nombre que se da a tres unidades conectadas: el Centro Penitenciario de Carabobo, el Internado Judicial de Carabobo y el Centro penal de mujeres. Con una capacidad para 1200 reclusos, cuenta hoy con 4.600 aproximadamente. Cuenta con tres directores; un Comando de la Guardia Nacional en edificio cercano; muchos pranes; reclusos armados, 95% ociosos, sin ninguna actividad programada de trabajo, capacitación, deporte o cultura. Miles de seres aburridos y sin ley, perdón, sin ley aplicada.

Tocuyito es un conjunto de edificios casi en escombros y carpas hechas de sábanas en los terrenos derredor, que montan donde haya un hueco. Vean las fotos AQUÍ . Tienen un gallinero hediendo con miles de gallinas y por las fotos en internet también tienen una cancha de basket.

Los familiares de los reclusos no tuvieron tanto miedo como pensamos. Sobre todos las mujeres que contaban hechos tan comunes, tan corrientes, que no están haciendo infidencias, están relatando su cotidianidad. Cuando nos acercamos con nuestros materiales –denuncia, no estás solo; tu tienes derechos, art. xx dice…- las señoras nos empujaban hacia el puesto de control de la Guardia, “pero míja asómate, hay están cobrando para entrar, ¿no ves?, tú te coleas y le das los reales al Guardia, que te voy a denunciar, míralo tú misma”.

Los jóvenes del trabajo comunitarios me lo confirmaron. “Venga, mire, reciben dinero descaradamente, nosotros lo vimos ahora”. Pero al acercarme uno de los guardias, nos pregunto quiénes éramos, que hacíamos hay y antes de poder responder me pidió la cédula. Por supuesto que no se la di a pesar de su insistencia y mención de su autoridad. Con megáfonos reforzamos el mensaje: no le pague a nadie para entrar; denuncia cuando le cobren…

Otros casos abominables los presentaron con ojos asustados, baile nervioso y frases repetidas: no puedo darse su nombre – el de su marido, su hermano, su hijo-.

Procesaremos las denuncias recibidas en los próximos días y presentaremos informe completo al país, al Ministerio Público, a Ministerio de Prisiones, etc. Puedo adelantar que hay un pequeño número de denuncias que tiene que ver con esos asuntos, que no por comunes dejan de ser ilegales, corruptos: la tarifa para introducir comidas, o algún privilegio –teléfonos, televisores, radios, computadoras, y otras cosas que nadie mencionó y que existen dentro del penal como armas, drogas, alcohol.

Otras tarifas atroces: 12 mil a 15 mil bolívares por un traslado, es decir sacarlos de Tocuyito para otro penal, o para presentarse al tribunal. Puerto Cabello y Cojedes no cuentan con penales, por lo que sus privados de libertad van todos a Tocuyito, al lado de Valencia. Unos mencionan a directores, o a funcionarios penitenciarios; otros a fiscales, o a Guardia Nacional.

Otros denuncian que están reuniendo real para poder pagar los Bs. 40.000 de inicial y Bs. 500 semanal para que los pasen a una zona especial del Internado donde tendrán un sitio seguro para dormir y tres comidas diarias.

Una denuncia delicada sobre la atención a un herido pasado a un cuartico sin ventana y con puerta hermética que comparte con 6 reclusos más, sin poder salir porque se la tienen jurada y “adentro me cobran Bs. 12 mil para pasármelo para Coro, pero yo no tengo” nos dice una joven, casi niña, que ya tiene cicatrices de violencia en su rostro y un bebe creciendo en sus entrañas.

En paralelo, más horrores:Me impresionó el maltrato de muchas madres jóvenes, jovencitas, con sus hijos chiquitos, los empujan, los jamaquean, los insultan. Un horror, que lleva a otro horror.

Me impresionó la fidelidad de las mujeres con sus presos. Hacer largas colas los sábados y luego otra vez los domingos, para verlos y llevarles comida, agua, ropa. Y regresar en la semana para hacerles llegar la comida a través de la Guardia.

Me impresionó el descaro con el que fluye el soborno, la extorsión. El desparpajo para “resolver”.

AgradecimientoMi agradecimiento a la Comisión de DDHH del Colegio de Abogados del estado Carabobo; a Proacceso Carabobo, al Movimiento por la Calidad del Agua; a Carlos Nieto de Una Ventana por la Libertad por sus conocimiento y apoyo directo acompañándonos en esta primera experiencia de Transparencia y ALAC Venezuela en tema prisiones y a Humberto Prado por su gran labor en todo el país. Especial gratitud a Edison Duran y a Nastassja Palmiotto quienes nos propusieron iniciar esta actividad y su compromiso con la construcción de un país de justicia y transparencia.
Por un Carabobo 100% transparente.

Las denuncias que recibe ALAC Venezuela son totalmente confidenciales y permiten generar informes para que las instituciones públicas tomen las medidas necesarias para la prevención y sanción de la corrupción, además de mejorar sus procesos de control. Para obtener más información sobre la lucha anticorrupción llevada adelante por Transparencia Venezuela y ALAC Venezuela, están a la disposición del público las páginas web www.tranparencia.org.ve y www.alacvenezuela.org, así como su cuenta en twitter @NoMasGuiso.

Mercedes De Freitas
@soymerchy
http://www.proacceso.org.ve/Inicio-(1)/ListaNoticias/Horror,-violaciones-y-corrupcion--sistema-de-vida-.aspx

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