Espero que este sea el primero de varios artículos para mi red. Confieso que me encanta escribir, aunque quizá esté un poco oxidada porque tengo mucho tiempo sin publicar. La verdad, no escribo públicamente desde que inicié hace unos cinco años mi primer emprendimiento en negocios, el cual, ha sido un camino lleno de muchos sacrificios, y el haber abandonado esta faceta fue uno de mis sacrificios a nivel personal. Sin embargo, estos días me parecen los indicados para retomar, y de forma especial, pues pronto terminaré ese anhelado MBA, que me ha llevado de la mano por un proceso de crecimiento personal y profesional, muy en consonancia con mis actividades de emprendimiento.
Hay un tema particular, en el que siempre insiste el Director de Postgrado en Negocios de la Universidad, el profesor Jorge Monsalves, y se trata de la responsabilidad que tiene el empresario sobre la carga valórica, la ética y la moral que le transmite a sus colaboradores y a la sociedad, pues el ejercicio de esa responsabilidad marca el camino para el hombre de verdadero éxito, o por el contrario, el camino del mercenario.
Durante el último año he tenido la oportunidad de conocer algunos hombres y mujeres de alto perfil en negocios, de varios países y con diversas visiones sobre lo que significan los negocios, la empresa y el emprendimiento, y me ha impactado profundamente la frase: “Business is Business”, nunca había escuchado esto en la vida real, siempre en películas o algún amigo haciendo una broma, pero en esa oportunidad conversamos sobre situaciones serias y que afectaban a personas. “Business is Business”, por qué siento escalofríos al recordar esas palabras y recordar esos momentos, por qué fueron usadas en contextos negativos, y por qué responsabilizan a los negocios de su discrecionalidad por las decisiones que toman personas conscientes, educadas y libres en un mundo moderno.
Por mi parte, me niego completamente a creer que los negocios son de naturaleza peligrosa, impredecible y traicionera, que les permitimos esa libertad de andar por la vida haciendo cualquier cosa que consideren necesaria para aumentar la rentabilidad a toda costa, sin mirar a su alrededor, y que les de lo mismo si hacen daño o no a la sociedad mientras que el accionista reciba su pedazo del pastel.
Por el contrario, los negocios siempre tienen a una persona o varias detrás, y esos negocios son parte de un proyecto de vida, para entregarle a la sociedad eso que necesita, que mejoraste, o que inventaste, a cambio de una contraprestación por supuesto, porque son negocios y obviamente los creamos para que sean rentables, pero deben llevar consigo prosperidad y no estar envueltos en ese velo de oscuridad, “Business is Business”, pues empaña el honor de todo empresario y de la actividad empresarial.
Quiero pensar en “Business is Business” y tener una sonrisa en el rostro, estar orgullosa de no hacer negocios sin ética, estar orgullosa de lucrarme honestamente, de crear nuevas relaciones, de crear ambientes seguros y confortables para socios, colaboradores, clientes y usuarios. Y cualquier ejecutivo o empresario que use esa frase para explicar un resultado negativo, perjudicial y sobre todo, discrecional, debería estar avergonzado.
¡Vamos a crear negocios en 2019!
Sin que olvidemos integrar la transparencia, la justicia y la responsabilidad durante el proceso.
Fuente: https://www.linkedin.com/pulse/business-nastassja-palmiotto/
Comentarios
Publicar un comentario